Nota a »Rabengeier-Rondel«

El rondel, dedicado a Pablo Baltzer, mi maestro definitivo de alemán y gran amigo, está escrito a raíz del vuelo de unos jotes –que yo había tomado por caranchos– en las alturas que rodean San Marcos. Pablo me corrigió (estábamos hablando en español) el nombre. El poema alude a la observación de Lezama en cuanto a la ausencia de cetreras ‹nobles› en América y al tradicional desprecio de los europeos por nuestras carroñeras (»…die Würde…, die man von jeher dir abgesprochen,…«).