Meditatio mori

 

 

 

 

Será como un cansancio lento, lento,
una cauta indolencia en el verde y el rubor,
la certeza de un suave desaliento,

o memoria en miríada ansiosa y sin tenor;
será un intercadente apego a lo apaisado
y un confuso recato ante el ardor;

quizá un viso del miedo descepado
o la tácita alianza desafecta
con seres y con cosas, siempre al lado

y en fuga, en el desmayo de la recta
que aguza una calle en perspectiva
y la arrebola, y guarda, y la proyecta.

O será un golpe plúmbeo y tan urgente,
zozobra, tal vez, de una estancia, convulsiva,
y una paz desasida y coalescente

–No sea el apremio que cautiva,
ebrio y febril, el juicio en el retiro,
un irupé ajeno al agua esquiva,

que se mece, insomne, en el zafiro,
y sin embargo, sueña: flor enferma,
receptiva incesante y sin respiro,

cayendo en la otra noche vasta y yerma,
mientras afecta, sana y recidiva.

 

 

 

HAP