(ἄ)/ τομος

 

 (Fragmento)


 

‹Modelos› atómicos

 

si de contorno esquivo e igual calidad
o reclamando espacio que oprime una frontera;
si por sellar alianzas, con garfio y con ojal;
si imanes de baja- y pleamar, puntuales,
o de éter cual dúctiles, mínimas esferas
o astros de jerarquías inmensas, orbitales…


 

(Fase filosófica)

Demócrito


En la ‹primera fase› tendiste, abderita,
el puente columbrado que conjuga
mano y pluma, genuina geometría que agita
en número inmutable, sin límite, y seria
la fluencia intangible de las ondas;
la ribera constante uniste a la que fuga
en doble concepción de la materia:
que en lo que muta, prueba con ley se corresponda.


 

Epicuro


La flor del hexaedro concatena
la negada quietud al desvío; eslabón trunco,
que la gracilidad con que se inclina un junco
desagrega, aboliendo la condena.

La tenaz peripecia del vacío
y un plural cohesivo de ser que no se escinde,
clinamen fértil, no el pleno número tardío
trama a cosas y a dioses: una hebra hasta la linde
De lo invariable lejos y del distinto río,
la forma florece en lo que al vórtice se rinde,
y en la misma miríada agitada
se pierden carne, hoja, piedra y nada.


 

Anaxágoras (homeomerías), Empédocles, Platón

 

¿Fue en el caos primigenio disímil sementera
a la que el ‹espíritu› un orden infundiera?
–La varia calidad, aún, si en el tetragrama
de tierra y agua, fuego y aire, que recama
el canto congrüente del paraje,
si en incierto plural, si en par doble de figuras
(de veinte, cuatro, seis y ocho fuentes el venaje)
con su mezcla y divorcio anega, hiere y sutura
cada forma, y la muta y la guarda del ultraje.


 

Simplikios

 

Elaxista, el principio que hace una a cada cosa,
–parte integrante real o límite divisorio–
fueron esencïales y nunca el abalorio
exhausto en el sartal que su desamparo palia;
bezoar del vacío, en minima naturalia
eran luz incipiente y postrera que la acosa:
desde la noche así o desde el día, el rosicler
es primero en surgir y primero en perecer.


 

Mixis aristotélica

 

¿Y el homogéneo mar de aguas discordes?
¿La nueva identidad que anega, en su desborde,
cristales contrastados, genitores acentos
del sigiloso maridaje de elementos?

Amorosa u hostil, ¿se reparte la materia
en formas sometidas a una forma?
Estructura espacial es, que la conciencia asedia,
la boda del color, cuando un iris lo transforma.


 

Boyle y Descartes

 

Desde la ‹concreción primaria› crea el corpúsculo
la más ceñida urdimbre de un acuerdo mutuo:
la sustancia insinúa el abanico
de sus mutacïones, mas al rico
paisaje lo flabela puntual identidad.

Del ‹horror vacui› fue la extensión el conjuro
que asignó a las partes la paradoja audaz
–si negado el vano, determinado el muro–
de una motilidad ‹social›: a suma epifánica
de magnitudes mínimas, se alió la mecánica


 

(Fase científico-natural)

Lavoisier y Dalton

 

Prolijo amedrentó del misterio el ala oscura
un candil contrincante en doble cielo abisal,
que empezó a roturar la avidez de la mensura;

se trató de ceñir lo elemental
y de ritmar de a pares los enlaces,
contando y ponderando cada hilo del encaje.


 

siglo XIX

 

Y comenzó el pesaje en la entera hilandería
a partir de la fábrica mínima del agua…
Simétrico, el lugar insistente cifraría
el plan de la obra íntegro, en múltiplo que fragua:
sigilo de una danza que de sí se derrama
como la que siluetas calcula de la llama.

Negativas o neutras, empero, otras partículas
escindían un límite en más pequeñas ínsulas

 

 

 

HAP