A «Greif»

 

(La disrupción de un ánima en la noche estival)

 

Silente símil vio un cognado erecto
de sí, en tu ilegible alma contracta,
no la entraña inervada que difracta
la facunda evidencia del afecto.

Si ante la viva simetría es ciega,
¿qué no ha de ser ante la hondura muda
de tu entrega, mirada que no duda
en reificar criatura que se apega?

De la dicha al colapso, igual el paso;
la mano que tu víscera estrangula
la misma es que lo empuja a él al ocaso,

y es tu ocêánica ausencia la que anula,
en su indeleble imagen de tus ojos,
crueldad que no prescribe en tus despojos.




 

 

 

 

 

 

 

 

HAP