para Roxana Prieto
Sumó once cuatro veces año al año
la constancia de Amor, son que gestaba
sueño de flecha en sinfónica aljaba,
hasta oír del silencio el paso extraño.
En su custodia calla, consagrada,
la nota última imbricada en letra
con la que se desposa y compenetra.
Mas a una filigrana no degrada
que el tiempo cese y el lugar se abisme:
la artesanal, ilesa partitura,
que en el aire celoso habrá abolido
tu ausencia: un piano acaso se ensimisme
en el sutil derroche que apresura
tu tierna alma cifrada en el sonido.