No el adocenado centón del müestrario,
sí el universo unísono, que irisa lo vario.
O pretende del mundo ser crítica ‹eficiente›
o anti-poetiza, auratizando lo banal;
o, concreta, ‹hacia dentro› avanza muda
en gráfica y fragmento, equivoca lo epocal;
si sustituye, metaforiza y transfigura
ahora en mutación sin ataduras,
al tercero desdeña, sólo a sí es igual,
febril y metamórfica en el celo,
con que olvida el rostro detrás de tantos velos:
en vez de ampliar la senda y prescindir del báculo,
para ir más allá de la figura,
donde la sensitiva medra en orden y en cálculo.