(Deslizándose, sola, una única lágrima, por la febril mejilla de la amada)
Como del mar se aísla una albufera,
sale de un seno y súmese en destino;
como nubes resuelve sed que espera
perlen el vértigo, a ella en camino;
mas ni permaneciendo en la ribera,
ni volviéndose innúmero en el fino
trasluz, por el rubor de la ladera
un licor del vacío câe vecino:
singular es aljófar liberado;
de un alba ansiada, muestra de rocío,
pálida albricia y postrer legado
de temprano pesar y amor tardío,
que de napa manando ambos secreta,
el rabdomante intuye y no interpreta.