Crux Australis

 

 

 

Indeleble señal intermitente,
no de la fe enigmática en ese sacrificio
que repugna al sentido, ofende el juicio
con la imagen que itera el occidente;

no la que a aunar deidades de dos mundos llamada,
pía en el arrabal del que proviene,
férula fue después de la ecumene…;
de la chakana, más bien, que en subida o bajada

unía otra trinidad: la de vivos, dioses, muertos,
con su puente a través de un mudo mar; cuatro puertos
de luz, y cuatro trechos y medio en el azur,

surcando desde Ácrux los ojos el vacío,
para, en agua o tierra, sondêar a plomo el sur.
No hay continente… El rumbo conjura el desvarío.