El néctar determina…

 

 

 

(Alegoría de una abeja libando flores de albahaca)

 

Alegoría de una abeja…

 

 

El néctar determina la prístina ocurrencia
en hora cenital a la corola
de la criatura alada que silencia,
distraída del mundo, su hostil rumor, y sola,
como a un destino acude a ese tesoro,
a hundir en él un cuerpo en que el negro franja el oro.

Es la ínfima y asidua disciplina,
el fruitivo libar de lo que imana,
mas por mor de la entrega en que culmina
su danza, lo que enseña el tesón de esta artesana:
de tu cardial corbícula a nutrir la colmena
en que más que ebriedad, siempre el amor es faena .

 

 

 

HAP