En ese humo…

 

 

 

 

a Laura, i. m.

 

Recuerdo: espejo ustorio que lacera
concentrando el caudal de lo vivido
en cifra de color, forma o sonido,
y borrando del tiempo la frontera.


 

 

Tu silueta reintegra cinericia
la languidez del día que declina;
el filo de tus rasgos acaricia
de tu ausencia la aérêa disciplina.

¡Cómo, disuelta, persistes, amor,
te concentras y esparces, fuera y dentro!,
y el silencio es ardiente y el rumor
de un canto lo tempera; surte el centro

del alma, y el dulzor todo lo anega
de tu voz: «Mirái cómo vengo yo…»; [*]
vibrante espiga antes de la siega,
la cuerda que el cinabrio desgarró.

Lo cierto de tu cuerpo en esa nube
es magia de una joya degradada;
cargas las cosas, diciendo: «aquí estuve»,
a frágil filigrana de la nada.

 

 

 

HAP