Entre el cielo y el agua…

 

 

 

(Frustración de la exégesis de un canto)



 

Entre el cielo y el agua –dos azules–,
creo oír de una calandria el requiebro;
gárrulo cae de un muro en aludes
el gorjeo insistente, que como oda celebro.

Ni error vernal ni lúbrico cortejo:
lo que la altura azul lacera al ver
otra calandria muerta en el espejo,
es eterno epicedio por quien no ha más que ayer.

¿Puede tan acendrado, perdurar el estigma
del supüesto rey de una aldea remota, [*]
que a la perplejidad lo condene ante el enigma

del babélico acorde que su razón derrota?
–Si enajena semblante y voz de un ave el sentido,
velo es del ojo y lacre del oído.

 

 

 

HAP