La palabra…

 

 

 

De un troquel, perfilado mas dúctil a la vez,
es la impronta intangible que asombra en el sonido
o la del ave abstracta en el aire resentido,
porque el vuelo ha abolido un tiempo cifrado en tres.

Como el agua la piedra circunvala
que una mano cimbrêante desde la costa arroja,
cundiendo en el espacio o durando en una hoja,
conjura dos distancias. Porque cala

el recuerdo e imana la intuición,
tácita epifanía o sonora es de lo ausente:
el reflejo que invoca, espontánea, la fuente.

Moneda maternal y siempre fiducïaria,
de las cosas vicaria obvia, que por ella son,
el mismo mundo nombra su taumaturgia varia.

 

 

 

HAP