La retícula viva de rasgos prisioneros…

 

 

 

(En ocasión del hallazgo casual de una antigua carta manuscrita)

 

 

La retícula viva de rasgos prisioneros
de los pliegues, conjura en la integridad intacta
del vacío, la unción con que alguien se retracta
de su silente ausencia y fulge âhora con sus fueros.

Su afecto y su dolor, sus quejas son los primeros
que abolido han del tiempo la trinidad abstracta,
y como el ala vibra del colibrí y se jacta
de ser una a la vez en sus muchos reverberos,

lo que la consonante engendra y la vocal gesta,
es la tácita voz que, incesante, se desliza
y, aunque a nuestras preguntas jamás les da respuesta,

cuando araña y se fija a la plana nívêa y lisa,
pasado en el futuro abisma, y sólo enhiesta
presente, que a la nada seduce y semantiza.

 

 

 

HAP