»Ewig muß die liebste Liebe darben,…«
Hölderlin
Licor de lava ansiosa, amor, súbita y
surgente,
es, cuajado, esta flor sorpresiva en el enjuto
intersticio entre nuestro otoño y nuestro invierno.
Un alma que se asila en dos, de sí misma enfrente,
ve sus cuatro estaciones fundirse en el minuto
que la abrasa, fingiendo un fénix vernal y eterno.