Limosna de la luz…

 

 

 

Limosna de la luz es la penumbra
en que la edad desguaza al suplicante
y al estoico, que ve de sí delante
sólo agua herir la proa que aherrumbra;

no lo inmuta el atónito vacío;
en él mece, insensible, su aislamiento,
como al câer la hoja en la cuna del viento.
Y al primero atormenta el desvarío:

ser acuñado en láminas de un cielo
no visible, baldío e incoloro,
o estremecido en otras vibraciones,

ajeno a sí y oyendo sin consuelo
medrar la calma, enmudecer el coro
del triple reino, ya en otras regiones.

 

HAP