No la ablución…

 

 

 

a Aurelia Piccoli-Seidler

(Para ser leído por su padre, en ocasión de su ‹bautismo pagano›, el día 24 de febrero de 2018)

 

 

No la ablución en flava crisopeya,
sí la ansiosa ascensión de la mañana
es la que invoca el nombre, luz que imana
al tiempo cenital de estar con ella.

Als ob versunkne Stimmen ihr zuriefen:
»Sieh, wie die Düne draußen sich verflüchtigt,
laß, was im Offnen formlos ist und nichtig«,
wendet sie sich selbst um, ahnt Gestalt in ihren Tiefen.

–Sé, Aurelia, ave, leva, y tierno buzo,
abismada en la pila bautismal
de este cerco de amor, rito inconcluso,

con que dos mundos te hablan por igual
del orden al que ingresas e iluminas,
donde oirás una voz, ahilando cosas vecinas.

 

 

 

 

 

 

HAP