Fértil hizo de límite y vacío
un solo seno doble sementera;
si nuestro ser supliera
con su albor consciente el lar sombrío,
cada hoja cifraría el poderío
de entregarnos fuera;
follaje del que un aura se apodera
seríamos, abrigados con número del frío.
Mas merodea escarpado un rumor
y el jacinto del cielo
se abisma y jirona en derredor;
el presagio, de azul contagia al hielo
del glaciar agresor:
paradójico, Cástor teme; envidia al gemelo...