Tu súbita figura difusa en la neblina
disuelve celdas de un panal, las horas
que con la miel pueril en que aminoras
tu ausencia, nutren la luz interina
en que temblamos, sueño que se obstina
en táctiles urgencias y demoras,
cuando de mi zozobra te cercioras
y tu amor cercar quiere mi rüina.
¿Insistirás así, intermitente,
hasta el último instante, abisal,
cuando lo que ha sido se presente
en rápido desfile torrencial
y el vórtice revele una suntuosa
indiferencia en cada ser y cosa?