(Redundancia reflexiva sobre la condición humana)
para Roxana Prieto
1.
Viva red que a sí misma se ilumina
con mallas de fugaz siempre captura,
en calma o en borrasca repentina,
de entrañable y deleble una figura
se quiere apoderar con ciego empeño,
siendo breve vigilia en vasto sueño.
2.
Porque a lo vivo, yermo cerca el sueño,
y a quien vela un destello lo ilumina:
de su tenue conciencia es el empeño
en ser yo, si un contorno lo captura;
lo fascina esa ‹luz›, que se figura
don sempiterno y prenda repentina.
3.
La salida es gradual, no repentina
–dicen–… ¿Transitará el entresueño
entonces el que parte, y su figura
se eclipsará en las cosas que ilumina,
del recuerdo menguada ya captura,
conjurándolo, ausente, un vano empeño?
4. De la memoria extraña el desempeño:
epifanía a veces repentina,
fuga otras y fallida la captura
de la presa acosada, como el sueño
que aún vivo en el alma se ilumina…
Un agobio relicto y sin figura.
5.
Deslíe el tiempo más que desfigura,
cinéreo hace a amor en nuestro empeño
de evocar la imagen que ilumina,
si no es que, inesperada y repentina,
con la patencia íntima de un sueño,
hiende el aire frío y nos captura.
6.
Tiernísima es prisión esa captura,
si nos ciñe y rodea la figura
que, evanescida, irrumpe con el sueño,
y en tornar a nosotros, con empeño
insiste, fortüita y repentina,
desde ambiguo fulgor que la ilumina.
Ve cómo se ilumina y captura
tu alma, repentina, la figura
que enigmático empeño entrega al sueño.
15/05/2024