Néstor sobre los hábitos del diablo, 7/12/2002.

 

 

«Por qué en las noches lluviosas

el diablo aparece tanto»

 

 

El payador Coridón

erudito en arte oculta

tira cuestión que resulta

un verdadero acertijo…

yo, pobre hondero, dirijo

la piedra a la catapulta.

 

De diablos sólo conozco

súcubo e íncubo orondo,

más su hábito cachondo

de yacer con el cristiano;

de Mefisto el juego ´e mano

y el llevar el alma al fondo;

 

con Dios su famosa apuesta

de quedarse con el hombre,

dándole lo que le nombre:

el amor de la más bella,

el saber que el Todo sella,

pa´que ilumine y escombre.

 

Leí también que el señor

que supo llegar de Europa,

apodado «Juan sin Ropa»,

diablo era, ángel del mal:

con un canto sin igual

a nuestro Vega hizo sopa.

 

Y supe en Venezuela

del que seco y limpio vino

desafiando a Florentino: [*]

a pesar de lluvia y lodo,

¡en el llano, de qué modo

luce el diablo su destino!

 

Así, curioso mancebo,

sin vuelta alguna de hoja,

le digo, que se me antoja:

–si sale en noche que llueve,

viendo el gusto que lo mueve,

es que el diablo no se moja.

 

 

Néstor

 

 

 

 

HAP