Erótica de Néstor, 14/12/2002

«Cantémole a lo que enfiesta

nuestro amor libidinesco»

  

 

A riesgo de ser ridículo,

yo con el gaucho Fonseca

me la juego a cara o seca,

y el «amor libidinesco»

a referir ya me ofrezco,

como quien sabe que peca.

 

Empiezo por el mirar,

que es ese «sabroso oficio» [*]

o un arte con que acaricio

el empujón que de dentro

nos crece buscando el centro

y nos arranca del quicio.

 

Luego diré que pa’ ver,

una es la que más me turba,

y ésa es la forma curva

ciñendo cuerpo ’e mujer:

 

hondo valle entre dos montes

me enciende como un brulote,

aunque mezquine el escote;

la pierna bella me escalda,

más, si en breve minifalda;

y el anca, pa’ qué le cuento,

sube el ardor ciento a ciento.

Me gusta la transparencia,

que luz de amor es y ciencia;

china e’ miel, lanza en ristre,

¡qué digo, si se desviste!

 

Fonseca, aunque el Moliner

este giro no lo acepta,

–usté dirá: «como es lógico»–

yo ansí llegué a merecer,

por verde y por sotreta,

el mote ’e «viejo ecológico»

por parte de mi mujer…

 

Pero acuérdese, mi amigo,

la libido más «enfiesta»,

cuando alude y menos muestra,

teniendo en este sentido

con Poesía un parecido,

si ésta es como la nuestra.

 

  

Néstor

 

 

 

HAP