Néstor responde a Hilario, 16/12/2002

 

«de la poesía cuál sentido,

conocido o por haber,

es fuente…. de su placer.»

 

 

 

Con candor de querubín

dirigí en reto anterior

no a payador parlanchín

ni a gaucho dicharachero,

sino a un poeta mayor

esa cuestión del aujero.

 

Nombré a dos: me equivoqué;

porque aquí en el escenario

con pie firme y canto vario,

retando en su osadía

con cuestiones de poesía,

entró a tallar don Hilario.

  

 

La viola a la mano place

con su forma de mujer,

y de sus seis cuerdas nace,

como Venus de una espuma,

el alma al son que la acuna,

sin mañana y sin ayer.

 

Rara virtud del sonido

en pureza y numeroso.

¿Es otra la del acoso

del ojo por el color,

esfera sin ecuador,

que bate un fuego copioso?

¿Qué cambia a la piedra dura

en espaciosa escultura?

 

–La medida y proporción.

La obra instaura por justa,

y porque mide es que gusta.

Hallo la clave si hurgo,

bajo cada cosa creada,

en el placer del demiurgo

dando entidad a la nada.

 

Mas un elemento mixto

es de Poesía el registro,

y son los sentidos todos,

color, notas y otros modos,

–no «por haber», de antaño

su conjunción y su fuga,

lo que esa fuente conjuga

en lo armonioso y extraño.

 

Arte de un mago, Hilario,

emparentado al conjuro,

es ese trovar oscuro

un acucioso convite:

seduce porque repite,

nos cautiva sin remedio,

por lo que dice entremedio.

 

Y ya usted lo ha de saber:

toda vez que la palabra

se diga pa’ que se abra,

dentro de un simple recado,

otro mundo ensimismado,

habrá magia, habrá placer.

 

 

Néstor

 

 

 

HAP