godoy se duerme antes en su espejo,

como aquél a quien tus ojos no devuelven.

 

 

Diferencia alabeada en luna obvia,

el único es ahora

pastor doble de maderas graves,

jugador:

 

a

petén, como los

chicos, sen j

ugando me s

alieran d

ebajo d

el ma

nte

l

,

nunca tendido por t

u

m

a

n

o

,

ben

,

a

l

a

j

e

d

r

e

z

más

hondo

delasan

gre, tucum

án, como los

 

peones

que no libera

el amor del solitario.

 

Jaqueándose en la albricia misma

del ataque,

 

inaugura un territorio

que desestima el perecer,

 

contrincante de sí siempre aprendiendo

de las torres,

 

que el traslado, la mudanza,

es la forma en que las bodas

permanecen.

 

(El cándido vigía

ha tomado a las ventanas

por unidades pertinentes de la acción,

 

por los escaques vos

de aquel tablero,

que vuelto mi dama no recorre.

 

 

–godoy mueve




HAP