El escándalo de la serpentina, sobre la reversible nevada.
Fuera, donde con un mohín se resienten
las fibrillas torales de la luz
está el otoño, el espacio.
Un bedel inaudible escande aspas arrecidas:
flautín, carámbanos.
La serpentina es la nostalgia de esa asunción secretamente
ígnea,
la hipérbole con que el apiario se acomoda en la muerte.
“Y para nosotros, qué es?” [*]
(Devuelto por las aguas, el cenit del vultúrido se ciega
en la primera estrechez)
–progeria,
la imprecaución “imperial”, pensil, entre el sentido y la eficacia.
Anhela acaso esta planicie el torno del helianto?