El loco [***]

 

 

 


 

(Registro de vídeo de «La pulga renga»)

 

 

Si moras en la sombra largamente
ciñes la luz frágil
y fresca de otro abismo.

¿Conoces, pues, la linde
donde se hilan las cuerdas
delicadas de un canto
extraño para nosotros,
donde nace el resplandor
íntimo del alba,
subiendo como marea
sutilmente musical,
dulcemente abandonada?

Y el bálsamo de flores [*]
que rodea tu mansión
es vacío suspensivo,
el asilo ya distante,
el cáliz que cela
la raíz de una lengua
bemolada y grácil.
Y a ella nos revocas
con violencia de candor, [*]
con justicia dorada,
al halo de cristal
que cincela la inocencia
espejada en el alma
sosegada del ser [*]
fidelísimo y humilde,
tendido a tus pies,
a veces de silencio.
En su llama más clara
te recreas libremente,
ya, puramente solo,
y anhelas las fervientes manos dulces [*]
de tu madre, dadoras
de orden pulcro a los trastos
absortos en un humillo
de cansada quietud, [*]
o de muerte tan leve
que viniera a abrazarte
en aguas más albas.

Pero es cristalina,
distraída tu mirada,
sin estériles lazos
ante la pureza
de esta pena enjoyada
que impasible adviene,
como un manto de frío.
Pero en ella te rebelas
como un fuego íntegro
que tiembla de finísima,
de más honda libertad
en un sueño más noble.

 

 

 

CJS