Escrito bajo la lectura maravillada de Eliseo Diego. En «Secretos del mirar atento: en torno a Hans Christian Andersen», dice: «[…] ¿Y esa relación, en qué consiste? En ver nada menos que el ser de las cosas visibles e invisibles, ya que sólo quien lo ha visto puede darles su nombre, que es el que en definitiva va a crearlas. Para el místico es una facultad que se regala por añadidura; para el poeta es el único, precioso don de su vida. […]»