Nuestra vida se cifra en cada flor…

 

 

A mi madre

 

 

Nuestra vida se cifra en cada flor,
el otro reino que celosa crías.
Recuenta cada uno de tus días:
olvidarse de sí, y, en el candor,

ceñirse sola en forma y color,
medrar en la abstracción, sin pensamiento,
y disgregarse –aroma en el viento–:
instante embriagado de amor.

 

 

 

CJS