«¿Cuál es aquella homicida
que, piadosamente ingrata,
siempre en cuanto vive mata
y müere cuando da vida?» [***]
Soy «passión mui ordinaria», pondero
en menos el amor, inhibo a diario
el propio, tengo un doble atrabiliario
de frío y seco étimo extranjero;
mi imagen indeleble está en Durero;
de los humores uno soy primario
y no cifrado enigma: imaginario
velo de un siglo y otro siglo entero.
Mi ambigüedad azora desde el lema,
aunque en fuga mi vista se vacía:
y escala y atributos, todo quema,
mientras arde en la voz Melancolía
de cómo muero y mato el anatema,
cuando nace de mí la poesía.