Nota 1 a «Sacra privata»

El poema refiere un paseo con mis padres a otro lugar que frecuentábamos: la zona detrás de la localidad de Uranga, donde atraviesa los campos el arroyo Pavón, que tiene a esa altura de su curso un aspecto muy distinto del que ofrece unos kilómetros más abajo, cerca de su desembocadura. Del viejo puente de madera un buen trecho más abajo, podía sentirse a veces, al entrar en el agua pisando el fondo, un frío agudo en las plantas de los pies, provocado por hilos de agua surgente («…cada mínimo hontanar del fondo…»).