Nota a «Por esta claraboya,…»

Escrito entre los días en que dieron a Ana María por muerta y aquéllos en que nos enteramos de que estaba detenida, sin posibilidades de ser liberada. La claraboya es la de la alta puerta del que había sido nuestro dormitorio en la vieja casa del pasaje Hernán Cortés. El verso «Qué serena insistencia, esposa, es estar muerta!» (escrito así, sin signo de interrogación inicial, –excesivamente– influido, tal vez, por la modulación juaneliana de los versos extensos que sólo sobre el final se develan como pregunta o exclamación) está inspirado por el de Trakl: »O, wie lange bist, Elis, du verstorben«.